3 de Octubre de 1928

Hoy he ido a un bar con mi hermano y ha ocurrido algo muy  gracioso, ya que nos han enseñado a bailar charlestón. Estoy muy sorprendido porque hacía mucho tiempo que no salía de fiesta. Las mujeres se han transformado, ahora llevan melenas con ondas y rizos, y vestidos ceñidos a la altura de las rodillas. Un cambio radical que nunca me hubiera esperado. Me gustó una chica precisamente, que es con la que bailé. No me dijo su nombre y nunca la había visto, aunque me gustaría volver a verla.